Una ficha para Matías
- SMM
- 22 nov 2017
- 2 Min. de lectura
Este estudiante es Matías. Por alguna razón, tiene una gran facilidad para quedarse dormido en la primera hora de clase. Uno de los profesores que enseñan a las 9:00 no está dispuesto a aceptar que Matías se adormezca en su clase e invita a otros profesores a hablar del tema y elaborar una lista de ideas e intervenciones que pongan freno a la conducta de Matías.
Estas son algunas de las ideas comentadas.
1. Dejar a Matías sin recreo para recuperar el material que se ha perdido durante la clase (castigo negativo).
2. Dar a Matías una tarea extra por haberse dormido en clase (castigo positivo).
3. Terminar la clase cinco minutos antes si todos los estudiantes están atentos en clase y ninguno se duerme (refuerzo negativo).
4. Dar una ficha a Matías por cada día que no se duerme en clase (refuerzo positivo).
Para uno de los profesores, este concepto de ficha resulta un poco confuso...Nunca ha visto Supernanny.
¿Pero... una ficha de qué: de parchís, de dominó?
La profesora de inglés le explica que lo de fichas se refiere a la economía de fichas, token economy en inglés, donde una ficha es un objeto simbólico que se usa para reforzar la conducta deseada en el estudiante. Le cuenta que ella usa la economía de fichas en su clase de lengua extranjera. El profesor, interesado en saber más al respecto le pide más información.
¿Qué usas tú cómo fichas?
Uso básicamente letras, como las fichas del juego Scrabble. Cada ficha tiene una letra mayúscula y un número debajo.

¿Cuándo les entregas fichas? ¿Al final de clase? ¿En el momento?
Inmediatamente después de que el estudiante reproduzca la conducta deseada.
¿Cuántas fichas entregas? ¿Una?
No siempre, las dos primeras semanas del curso entrego dos, las siguientes dos semanas entrego una, más adelante entrego una cada dos semanas, luego cada cuatro, etc. La idea es que el reforzamiento se vaya desvaneciendo progresivamente.
¿Me puedes dar un ejemplo de qué tipo de comportamiento premias con la ficha?
Como me interesa que practiquen el idioma, siempre que se dirigen a mí en la lengua extranjera reparto fichas.
Sigo sin entender... ¿para qué quieren los estudiantes las fichas? ¿Para coleccionarlas?
En mi clase les sirven para obtener otras recompensas. Ellos deciden como usarlas. Por ejemplo, pueden conservarlas hasta el examen final para recibir un punto extra por cada 10 piezas, o pueden cambiarlas por la exención de una tarea. Además si consiguen formar una palabra con las letras obtenidas e incluirla de manera coherente en la siguiente prueba de redacción o conversación reciben un punto extra en esta actividad. ¡En niveles superiores les doy medio punto en la nota final si hacen un haiku!
¿Y esto realmente funciona? ¿No se sienten tratados como niños?
Si lo piensas, los supermercados te regalan puntos y la cafetería te va sellando una tarjeta para conseguir un café gratis. ¡Sus clientes son adultos! Pruébalo y experimenta por ti mismo. Luego me lo cuentas.
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